DÍA 2: este es el día fuerte, nos levantamos a las 4 am y ya veo por la ventana gente que sale a hacer cola en el autobús 😯 😯 ; pero nosotros queremos nuestro desayuno, a las 4:20 am bajamos a desayunar y a las 4:40 estamos guardando cola para el bus. Cuando llegamos al sitio la cola es inmensa y la gente no para de llegar, hay algunos que guardan cola a otros que llegan más tarde…increíble, parecía una nueva profesión «los guardadores de cola» ojo al dato que no tardará en llegar 😆 . Hace frío y la gente por no ir cargada va en manga corta, pantalón corto…aunque hay de todo, nosotros con nuestro abrigo por si acaso, que estar ahí de plantón es lo peor y a mí el frío me puede. Hay un montón de autobuses, por lo menos 25-30 así que una vez la gente empieza a subir a ellos la cosa va rapidita y se hace más amena la espera; aún así esperamos en cola 1h 10min. Subimos al número 18 a las 5:50 am, ya estamos dentro, bien! 😀 Tarda unos 20 minutos en subir, mientras tanto en el trayecto te encuentras con otros buses que bajan; la carretera es muy estrecha y cuando se encuentran dos autobuses parece que te vas a caer barranco abajo pero sí, si cogen y con unas maniobras que ni los de la fórmula 1. Al llegar arriba otra cola enorme para ingresar al parque, con guías por doquier que te ofrecen sus servicios, así como juntarte con otro grupo para que salga más barato; nosotros cómo llevábamos nuestra libro-guía ni lo pensamos 😀 .

Arriba hay guardarropa, restaurantes, baños…ojo que pasar al baño cuesta 1 sol así como el guardarropa de la entrada que vale 5 soles y una vez que entras hay otro que cuesta 3 soles 😯 por qué??? I have no idea. Hay un sello para el pasaporte de Machu Picchu, que no se os pase, está al entrar a la izquierda al lado del guardarropa. Una vez dentro (ya con gente) decidimos ir primero a Huaynapicchu, tenemos el pase de las 7 y sólo dejan entrar hasta las 8. Caminamos hasta allí impresionados con cada rincón, viendo alpacas campando a sus anchas y poquísima gente de visita a esas horas…


Llegamos a la puerta, son las 7:20 y comenzamos nuestra ruta. En el cartel de la entrada leemos que son 2 horas ida y vuelta, bien.

Creí que sería mas peligroso pero en realidad está muy bien preparado aunque hay tramos en los que los escalones son tan pequeños y estrechos que te tienes que agarrar a las cuerdas sí o sí. Las vistas durante la subida son preciosas, párate en cada rincón que desees, saca fotos, contempla simplemente… no se vuelve a repetir, es algo asombroso que necesitas experimentar con todos los sentidos.

En el camino te vas cruzando con la gente, te paras a respirar, adelantas y así hasta la subida; cuando llegas…tu boca y ojos se abren aunque no quieras, impresionante como se ve Machu Picchu en miniatura, no parece el mismo pero te deslumbra igualmente y puedes observar los pequeños grupos de hormiguitas que hay a esas horas caminando todas en fila con su guía al frente 😆 Tomamos las fotos correspondientes y aún subimos más, a diferentes alturas, las hicimos todas, hay una donde tienes que pasar un pequeño túnel casi reptando entre las piedras, está muy guay
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Una vez hechas las fotos pertinentes toca bajar: rodillas a trabajar!!. Si subes hasta arriba donde subimos nosotros bajas por otro lado, para no encontrarte a la gente de subida, aunque hay un punto en el que los caminos se juntan y ya es el mismo para subir que para bajar. Llegamos al punto de inicio a las 10, lo que significa que estuvimos 2h 40min en total, para mí no está nada mal, fuimos a nuestro ritmo, con la calma, teníamos tiempo y no hay porque subir y bajar estresados. Una vez en el punto de partida nos sentamos en unas casetas a reponer fuerzas 🙂 supuestamente no se puede comer dentro del recinto pero todo el mundo lo hace y con el calor y la caminata apetece mucho un platanito 
Nuestro recorrido ya por Machu Picchu comienza con el Templo de las Tres Ventanas, las ventanas de mayor tamaño de todo el santuario y con un significado muy místico ya que cada una de ellas representa un nivel espiritual: el mundo de arriba, el mundo en el que nos encontramos y el mundo de abajo.

De aquí fuimos pasando por cada uno de los diferentes rincones del santuario con ayuda de nuestro libro guía, aquí os destaco algunos de los 22 puntos de interés que podréis encontrar: el Barrio de los Morteros de los cuales se decía que se llenaban de agua y servían para observar durante la noche los movimientos de los astros, como si de un espejo se tratase.

El Templo del Cóndor, precioso ya que la disposición de las rocas que podrás observar le da nombre al templo. Aquí se enterraban los cuerpos momificados de la nobleza Inca.

Las 16 Fuentes, conectadas entre sí y con agua de manantial ubicado en el cerro de Machu Picchu.
El Templo del Sol, el cual también se utilizaba para fines astronómicos.

Después ya de unas cuantas horas investigando este enorme y grandioso santuario, decidimos marchar, pero que casualidad que escuchamos a una señora guía aconsejando a sus chicas que subiesen a una parte alta del Machu, no a la caseta del vigilante sino mas allá, porque se tenían unas vistas distintas del valle sagrado con el río abajo. Bueno pues a buena hora, reventados nos miramos a los ojos y no hicieron falta palabras, venga va, vamos, si ya que estamos aquí…y la verdad que muy recomendable, porque hay dos perspectivas distintas, así que con esto y con el Huaynapichu vimos el valle sagrado desde todos sus ángulos. Aprovechad al máximo todo lo que podáis, he dicho ya que es absolutamente INCREÍBLE y HERMOSO????? 😀 😀

A las 12:50 mas o menos salimos a coger el autobús de vuelta (en un principio pensamos en hacer sólo viaje de ida y bajar andando, una hora de Aguas Calientes, pero dado el reventón que llevábamos, con alegría pero reventón igualmente, decidimos bajar en bus, que yo creo que 7 horas subiendo y bajando escalones en Machu Picchu dan para mucho. Emilio sacó los tickets mientras yo me puse en cola, que aquello era como el de madrugada que cogimos o peor. Tardamos una hora en subir al bus; a la llegada a Aguas Calientes fuimos al hotel a recoger el equipaje, tomar algo y relajarnos un poco hasta la hora de ir a la estación para coger el tren de vuelta, aquí también nos dan piscolabis pero no tan señorial y el viaje…un tanto movidito, más que cuando las turbulencias del avión.
Llegamos a Ollantaytambo y vamos andandito al hostal que está muy cerca de la estación: hostal Wayras, el chico nos reciben muy amablemente, nos lleva hasta la habitación a través de un pequeño jardín pegado al río, si es que no dejan de sorprenderme los paisajes, y después del día que hemos pasado…sigo en las nubes. La habitación bastante bien, dos camas cómodas, te puedes mover en el baño y nos dejaron un calefactor y secador de pelo, que más puedo pedir
. Descansamos y buscamos sitio para cenar: ‘el Albergue’, en la estación de tren. El sitio es muy bonito, ambiente relajado con un hombre tocando el arpa y cantando a cambio de que le den de cenar. Pedimos agua, pisco sour, unas verduras salteadas con quesos de la tierra, causitas (tres, de trucha, de huacayna y de guacamole) y dos súper hamburguesas de alpaca buenísimas pero para que te dé una indigestión. Emilio pidió una cerveza artesanal que según su criterio estaba buenísima 🙂 .

DÍA 3: Al día siguiente desayunamos tipo buffet a las 7:30, muy variado y con unas vistas y una música de ambiente estupendas.

A las 8:15 ponemos rumbo a las ruinas de Ollantaytambo, yo no puedo subir ni bajar muchas escaleras así que muy a nuestro pesar, Emilio debe ir solo, yo lo espero volteando por abajo (aún me queda acento peruano 😛 ). Interesantes y muy bonitas aunque no espectaculares, ya que no dejan de ser ruinas. Ya abajo los dos seguimos viendo lo que hay por allí y nos fotografiamos con algunas llamas.



De vuelta visitamos la plaza del pueblo y al hostal, que viene el hermano de Javier a recogernos en Taxi a las 10am como un clavo, nos metemos en el coche y rumbo a Moray. Lo primero que visitamos son los sistemas de regadío en forma circular, alucinantes las construcciones de hace 600 años con esa precisión, para que en cada planta se cultivase una cosa distinta en función de la temperatura.

Siguiente parada las Salineras de Maras. Deslumbrante la enorme salinera, sal natural y recogida de forma tradicional. Te puedes pasear por las distintas peceras y comprar sal natural y muchas otras cosas. Te recomiendo comprar en los puestos de abajo del todo que suele ser más barato. Nosotros nos llevamos 3 paquetes por 6 soles. Eran 2 por 5.


Siguiente y ultima parda Chinchero para ver las ruinas, un pueblo muy particular y bonito, todo empedrado y lleno de escalones.

