Dubai >> Summer 2014

Dubai…una ciudad surgida de la nada…una ciudad surgida del dinero…para los paladares más exquisitos…para los bolsillos millonarios…para los apetitosos de gastar, para los hambrientos de que otros gasten…Y bueno pues para la clase media como nosotros, que ya que nuestro vuelo desde Sudáfrica hacía escala en Dubai, pues dijimos vamos a verlo en un par de días así a tutiplen, pero de relax y con los bolsillos con cremallera 😉

DÍA 1: Volamos con la compañía Emirates, ya tenía ganas de probarla y desde luego tiene fama merecida. Llegamos a la 1:15 am y como mencioné en el viaje de Sudáfrica, el aeropuerto de Dubai se define en una palabra: DESCOMUNAL. Lleno hasta los topes en horario de madrugada, con gente cargada de bolsas de tiendas de marca. Alquilamos un coche sólo para ir del aeropuerto al hotel y viceversa, ya que nos salía más barato que coger un taxi y el metro a esas horas ya no estaba disponible. Así que maletas cargadas, un calor que ni Murcia en verano y rumbo al hotel. Este fue The Oberoi Hotel, un hotel 5 estrellas que inexplicablemente nos costó menos de 300 euros las 3 noches que pasamos allí en una habitación doble deluxe con desayuno incluido. El hotel espectacular (lástima que alrededor estaba en obras y lo afeaba un poco, pero todo cambia una vez que entras); a la llegada nos cogen las maletas, nos reciben con un zumo de piña fresquito y toallas calientes para asearnos (sí sí, como las que dan en los aviones). Les informo de que llevamos coche y pregunto cuanto nos cuesta el parking, con las gotas de sudor en la frente pensando en el clave que nos iban a meter, pero para nuestra sorpresa nos dicen que tranquilos que le demos las llaves y ellos lo aparcan, que es gratis. 0_0 Seguimos con otra de las recepcionistas que nos acompaña a la habitación y un botones que nos sube las maletas. Abre la puerta y aquello parecía un apartamento, salón con sofás, escritorio, una súper cama, el baño con bañera, ducha, bidé y hasta un vestidor!! Y por si era poco, detalles de bienvenida como una cesta de frutas, agua por doquier (dado el calor), cafetera nesspreso con sus capsulas…a todo esto mientras flipábamos un rato, caímos en la cuenta de la propina, ¿habrá que darle?, ¿no habrá que darle?…optamos por la primera opción y le damos propina, cosa que ya os recomiendo NO hagáis, porque pueden tomárselo como una ofensa, de hecho había notas en la habitación que te explicaban que estaba “prohibido” dar propinas, a personal específico del hotel, ya que todos trabajan en equipo y desempeñan estupendamente su labor (pero vamos a nosotros sí que nos cogieron la propina sí…)

Ya solos en nuestro “apartamento” investigamos un poco (luces, persianas…) y a dormir que ya son horas y hemos venido a descansar.

DÍA 2: Bajamos a desayunar y este hotel sigue sin dejar de sorprendernos. Por el pasillo me preguntan a qué hora queremos que nos hagan la habitación…(vamos que sólo falta que nos arropen por la noche). En el desayuno buffet comida de todos los rincones del mundo y por si fuese poco una carta aparte, de la que te hacen lo que les pidas, a tu gusto y manera. El personal se pasea por allí mimándote a más no poder, te preguntan por café y zumo antes de que no dejes ni una gota en el vaso, curiosean sobre si todo es de tu agrado…Vamos que a estos la matrícula de honor les sobrepasa.

La panza a reventar y decidimos ser valientes e ir a dar un paseo, con 50º al sol y a la sombra, caminamos hacia la estación de metro mas cercana, que mira que estaba cerca (5-10min andando) pero con ese calor te podías desmayar por el camino. Llegamos y después de no entendernos nada con la chica de los tickets hicimos el pito pito gorgorito, compramos uno y para el centro. Nos bajamos cerca del Museo de Dubai, compramos la entrada (3dirhams) y para adentro. El museo te cuenta la historia de Dubai desde sus inicios, de cuando no era nada hasta el descubrimiento de petróleo y futuros planes que se tienen para la ciudad, como la isla de los cinco continentes. No tiene mucho pero si sientes curiosidad, para el precio que tiene te puedes refrescar un poco a la sombra 😉

museo

Salimos del museo y fuimos a Dubai Creek para cruzar a DEIRA en, una barca en la que cogen unas 20 personas y te permite cruzar de un sitio a otro, 1dirham por persona y trayecto, más barato imposible y llegas en 5min. Pagas directamente al barquero en metálico por supuesto. En Deira fuimos a visitar el famoso Zoco de las Especias, que si te gustan y las utilizas en cocina te puedes volver loco porque hay de todo y más. Al salir de allí fuimos buscando el Zoco del Oro (uno también de los más famosos) y cuando ya íbamos a desistir del calorazo que hacía, nos lo topamos de bruces, pero vamos que a no ser que seas rico y te gusten las joyas (caso que no es el mío) pues te lo recorres muy rápido. Ahora sí que sí, mi cuerpo no aguantaba más el inmenso bochorno del ambiente, sin fuerza y medio mareada buscando una estación de metro donde volver al fresquito del aire condicionado del hotel. Una vez allí nos aguardaban en la habitación botellines de agua por todas las esquinas. He dicho ya que me encanta este hotel???? 🙂 😉

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Decidimos bajarnos un ratito a la piscina y relajarnos allí, Oh no! No nos queda crema solar! Pero no pasa nada porque eliges la tumbona que quieres y enseguida viene el camarero con botellas de agua fresquitas fresquitas, crema solar y agua en spray, para que no falte ná de ná de ná! Y si quieres repetir no problem! >:) piscina

Tardeo de piscina rico rico que nos dejó imágenes curiosas como la de que las mujeres se bañen con traje y camisetas de neopreno y los hombres con un simple bañador, pero que le vamos a hacer, así es la vida!

Después de un ratito recogemos los bártulos, ducha y rumbo al Dubai Mall (con chófer hotel 😉 ) que tenemos la visita al Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, con una altura de 828 metros. Nosotros compramos las entradas por internet con mucha antelación (260AED en total, para las 6pm). Para subir al Burj Khalifa hay que entrar por el Dubai Mall, supuestamente el centro comercial más grande del mundo. Te das un largo paseo hasta llegar al ascensor y prepárate para que te piten los oídos ya que subes al piso 124, a 442metros de altura desde donde habría unas vistas preciosas si no fuese por la enturbiada atmósfera que crea el desierto. Pero se puede ver hasta la construcción de la isla de los 5 continentes en la lejanía. Muy chulo si podéis ver desde allí arriba la representación de la Fuente de Dubai, que es una versión light de la fuente de las Vegas en el Hotel Bellagio, pero con música árabe claro. Cuando bajamos dimos una vuelta por dentro del Dubai Mall; mi consejo, llévate chaqueta o un pañuelo porque aunque seas caluroso, pasas frío. Tiene tiendas de ropa para todos los gustos y bolsillos, al igual que restaurantes, además de otras tiendas tipo: complementos, electrónica, hogar…y hasta un acuario! Salimos también fuera a ver el espectáculo de las fuentes desde otra perspectiva y ver a la gente como se monta en sus mini góndolas.

burj khalifa dubai mall

Entre unas cosas y otras se hace la hora de cenar y decidimos probar un restaurante típico árabe, el ‘Burj Al Hamam’, al decir típico no me refiero a turístico, a este restaurante sólo acudían árabes (con chilabas incluidas incluso los niños), éramos los únicos clientes occidentales del local, chocante, muy chocante la sensación que eso produce. En resumen, buena comida, buen servicio y buena experiencia.

comida

Después de la cena vuelta al hotel en metro, ahora eso sí, desde el Dubai Mall hasta la parada nos tiramos 30min andando y casi corriendo que pronto ya no habría metro por la noche. Llegamos al hotel, hasta mañana!

DÍA 3: Después del súper desayuno la mañana va a ser tranquila, nos bajamos a la piscina de relax y a la hora de comer vienen a por nosotros que tenemos una excursión contratada a las dunas en 4×4, aparte de una cena espectáculo y otras cuantas turistadas más que no nos iban mucho pero como no se podía hacer de otra manera… (La excursión la contratamos a  través de www.arabiansafaridubai.com) Nos avisan por teléfono de que han venido a recogernos, bajamos y nos montamos en el jeep. Vamos a recoger a otros cuatro personas más y ponemos rumbo a nuestra turistada. Primero nos paran en una pista de karts y nos dicen si queremos montar (menos mal que los otros turistas que van con nosotros tampoco pican y nos vamos un poquito antes de lo previsto, pero total, si no esperas en un sitio esperas en otro) que fue lo que nos pasó cuando llegamos al desierto donde se suponía que llegaba otro coche a recogernos para hacer la excursión. Llega otro 4×4, nos montamos, chófer gracioso, con su pañuelo en la cabeza, nos dirije la mirada y pregunta “ready?” contestamos YES (todos estábamos deseando), pone la música a todo volumen y a sobrevolar las dunas del desierto. El paseo es alucinante, ni Port Aventura ni Terra Mítica, donde estén las dunas de Dubai que se quite lo demás. El coche parece que va a volcar en numerosas ocasiones, aplastamientos sin magulladuras, ligeros, coche hacia un lado, coche hacia el otro, que si lo pongo casi de lado…vamos que ni Fernando Alonso. Menos mal que no comimos nada antes de subir (leí en varios foros que ha gente que había ingerido alimentos los había vuelto a expulsar en esta excursión 😉 ). A mitad del paseo nos paran en medio del desierto para que nos hagamos fotos.

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De vuelta al punto de encuentro nos espera de nuevo el anterior chófer que ahora sí nos lleva a la turistada total: una jaima en medio del desierto donde nos montan a camello para un paseo de cero coma, nos dan cachimbas para fumar, nos visten con chilabas (ozú que caló) y nos pintan con henna. Llega la hora del espectáculo. Pasamos a recoger la cena por el buffet (asquerosa por cierto) y mientras la tomamos sube al escenario una bailarina de danzan del vientre (no doy detalles, porque de verdad, no merecen la pena), que una vez que termina su espectáculo saca a bailar a los turistas del publico, yo deseando que aunque no soy experta me defiendo un poquito y mejor ahora que nunca se sabe lo que puede llegar después, pero claro, las occidentales no hacemos gracia, las asiáticas si porque se mueven con todo el cuerpo como si les hubiese picado un bicho. Pero por suerte, había un segundo show más entretenido, y ahí sí, al escenario las occidentales (tengo vídeos y fotos de recuerdo) 😉 .

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CURIOSEO

– Metro de Dubai: es muy curioso ya que existen varios tipos de vagones: normales, Gold y exclusivos para mujeres. Claro que las extranjeras de eso nos libramos.

– Existen taxis de color rosa, sólo para mujeres.

– Para el Burj Khalifa debéis comprar las entradas con bastante antelación porque se agotan. La hora más solicitada suele ser al atardecer. Ahora han abierto un segundo piso aún más alto, en la planta 148, a 555metros de altura.

Una vez terminada la excursión, vuelta al hotel a hacer las maletas que nos vamos en pocas horas! Bye bye Dubai…

‘Un viaje exprés para vivir y sentir en un mundo extravagante, un mundo que puede parecer tenerlo todo y nada, un mundo…enigmático…’

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