WELLINGTON
Capital y ciudad financiera por excelencia, llena de trafico y edificios altos, no tuvimos tiempo de explorarla porque llegamos muy tarde tarde, así que ducha y a cenar en el mismo hotel: Travelodge Hotel Wellington, un hotel que dejó bastante que desear porque hacía frío cuando llegamos y tardé unas dos horas en entrar en calor…el restaurante Steps, todo bueno pero en cantidades pequeñas, menos el postre.
TONGARIRO NATIONAL PARK
A la mañana siguiente pusimos rumbo al Tongariro National Park. Y tuvimos que parar un par de veces por las vistas: una por la vistas del volcán y otra por una zanahoria giganteeeeeeeeeeeeeeeeeee! En el pueblo de Ohakune, capital de la zanahoria 😀 😀 😀
También paramos en Ohareu en el i-site y a comprar en el supermercado porque allí en el parque nacional no hay nada. El Tongariro National Park es uno de los mayores parques nacionales de Nueva Zelanda y fue elegido por la UNESCO como Patrimonio Universal. Allí podréis encontrar tres volcanes activos impresionantes: Mt. Ruapehu; Mt Tongariro y Mt Ngauruhoe.
Lo más habitual en el parque son las excursiones a pie aunque también hay pistas para los amantes del esquí.
En nuestro camino, antes de llegar al hotel, intentamos hacer un par de rutas de aquella manera, porque había mucha nieve ya que hacía una semana había nevado mucho.
Pero sinceramente las vistas del volcán eran preciosas, tanto que comimos en un banquito panorámico con unas vistas inmejorables, que al mismo tiempo te daba por pensar que como se pusiese el volcán en erupción en ese momento “adióoooosssss mundo cruel” porque allí no pasó ni un alma mientras que estuvimos nosotros.
Ya camino a nuestro alojamiento, el The Park Hotel, la habitación estaba muy bien aprovechada, aunque el baño es pequeño y no hay cocina en la habitación, pero hay unas cocinas generales para la gente que se quiera hacer su propia comida. El hotel dispone de jacuzzi, lavandería y servicio de bicis. También hay un restaurante que fue donde cenamos porque buscamos los demás y …nos pareció mejor el nuestro. El servicio muy amable y la comida rica: pan de ajo, ensalada de beef y pescado del día. De postre, pedimos Pavlova para tomar en la habitación y botella de vino que valía 30$, la más barata que encontramos.
A la mañana siguiente, decidimos hacer un vuelo escénico de 35min sobre los 3 volcanes y he de decir que es absolutamente impresionante, aún nevados que los encontramos. El precio fueron 165€ por persona, otro capricho más del viaje pero que sin duda mereció muchísimo la pena, además el capitán majísimo.
Después de sobrevolar el cielo, nos fuimos a hacer el walk de las Taranaki Falls. Pone 2 horas ida y vuelta pero nosotros lo hicimos en 1:20h toma toma toma! Se notó el gimnasio de julio 😉 la caminata muy chula y las vistas de los volcanes una pasada.
Al acabar, nos fuimos a ver mi capricho: el lago Taupo fuera del Tongariro, a 1’30h de camino. Vimos las Huka Falls, que es impresionante el color y la fuerza con la que baja el agua para desembocar en el lago. Merece la pena ya os lo digo, hay un montón de actividades para hacer entre ellas, lanchas motoras que te llevan hasta su desembocadura, excursiones normales en barco…
De aquí nos fuimos a ver el Crack to the Moon que lo recomendaba nuestra guía de viaje, vale 8$ la caminata de una hora pero es una zona geotérmica muy chula con cráteres que ver y humo por todas partes. La recomiendo si vais por allí. Aunque el olorcillo…agobia un poco, por lo menos a mí, al churri no porque es un chicarrón del norte 😛
Después de este intenso día pusimos vuelta a Tongariro, que ya íbamos tarde. Esa noche cenamos en la habitación, compramos unos quesos, una ensalada, una botella de vino y unas pavlovas en el súper y luego encargamos para llevar una pizza en el restaurante del hotel y cenamos por nuestra cuenta y más barato claro.
A la mañana siguiente camino a Rotorua, pero eso os lo cuento en el siguiente post… 😉